Tenía que suceder lo que tenía que suceder, el accidente de una tractomula entre la vía Ábrego-Ocaña que derramara petróleo en el río.
Falta de agua por más de ocho días, en un conglomerado con 100 mil habitantes, es un llamado de socorro que les hace el río a los que tienen la responsabilidad política sobre el manejo del medio ambiente. Para no morir, la madre tierra manda mensajes así muchos no lo crean.
Hace más de 50 años solo dos políticos del Norte se preocuparon por su río Algodonal. Antes del accidente no más de cuatro estábamos haciendo llamados de alerta sobre la problemática del mismo; hoy, muchos candidatos con esta emergencia van a sacar pecho, buscando réditos para su campaña, oportunistas hay a montones, que los hay, los hay.
Muere el río, muere todo; aquellos que lo desangraron con sus proyectos, no respetando su territorio, le sacaron todo dejando solo su esqueleto, deben estar vendiendole el alma al diablo para recuperar sus riquezas y buscar asilo en otro lugar.
Muy pocos políticos en verdad se han interesado sobre El Progreso de sus pueblos, prima más el interés particular que el general, de ahí que hay pueblos ricos y pueblos pobres, en estos últimos se reparte entre unos pocos el presupuesto, y la miseria en la gran mayoría aumenta día a día.
Al no tener políticos que trabajen por el interés general, debemos buscar muy bien el personaje que pueda darle una mano en la alcaldía a Ocaña en serio, un personaje que pueda tocar las puertas en los entes nacionales, como Planeacion o Fonade, con un proyecto para recuperar la cuenca del río, que no sea como el plan maestro de Acueducto que un 20% o más quedó en manos de particulares.
La ley obliga a los candidatos a presentar programa de gobierno donde plasmen sus obligaciones durante los cuatro años de mandato. Mi pregunta ¿Todos se comprometieron con el medio ambiente o fusilaron uno bajado de Google y no quedó en el programa?
Grave, muy grave si no esta en programa; el que asuma como alcalde en el 2016-2019, sabe que recibe una ciudad en crisis, más el problema de un pueblo sin agua, sus habitantes van a tener muchas energías negativas por no gozar de su apreciado liquido.
El compromiso que tenemos es serio, sin apasionamientos sectarios, analicemos seriamente cuál candidato tiene el mejor equipo, las mejores propuestas y qué es lo mejor para que Ocaña se enfoque en su desarrollo. Un alcalde que ORDENE al municipio en todos sus aspectos.
Ahora bien, si tiene pensado el día electoral vender su voto por los 50 mil pesitos, o cambiarlo por una teja, un bulto de cemento, un regalo que ya recibió de la fundación Falcao, ok, el hermano del candidato le hizo un favor, quédese en su casa ese día, no sea cómplice, porque si el candidato compró su voto y gana, los recursos municipales van a parar a bolsillos de particulares y toda la problemática de Ocaña aumentará, no se van a resolver todos los entuertos que deja la administración además de la muerte del río. El voto es sagrado, usted decide. En política no se puede actuar con filosofía estomacal, las ideas y principios son los ejes fundamentales de la vida pública que deben imperar.
Hector Emilio Pacheco
