Del Talión a La Paz

“Tarde o temprano lo que era guerra aprenderá a ser diálogo, lo que era violencia aprenderá a ser exigencia y reclamo, lo que era silencio podrá convertirse en relato”.                                      

William Ospina

La noción de justicia superó hace cientos de años la elementalísima Ley del Talión, y precisamente porque el “ojo por ojo” no es lo que rige nuestra manera de convivir, lejos estoy de desear que por la masacre de los 10 uniformados en el Cauca, se desencadene una nueva guerra que vengue muertos con muertos, básicamente estoy lejos de desearle la muerte a alguien.

Y es que luego de 60 años escuchando noticias sobre asesinatos y secuestros, sintiendo la muerte a la vuelta de la esquina, viendo en inminente riesgo la seguridad de mi familia, incluso con mi padre como víctima de la infamia del secuestro, estoy hastiado de la realidad de mi País y me condenaría a la estupidez perpetua, lo digo a término personal,  si teniendo la opción de tomar el camino de la paz, siguiera pensando que la guerra es la solución de la misma guerra.

Yo soy un joven de 24 años que ha tenido la oportunidad de estudiar dos carreras, que ha podido viajar, ir a cine con sus amigos y celebrar las fechas especiales con su familia; tengo la edad promedio de los jóvenes guerrilleros y soldados que han sido dados de baja en esta cruenta guerra; muchachos que si hubieran podido elegir, hubieran vivido una realidad distinta; la mayoría de ellos casi niños, fueron reclutados de manera ilegal por las armas o de manera legal por la pobreza, fueron carne de cañón de una guerra de la que no tenían culpa, de una guerra que se alimenta de sus muertes para generar más odio y más deseo de venganza.

Optar por la paz en este momento implica un sacrificio grande de nuestra parte, pero también la oportunidad de darle una lección de patria a quienes ven en la guerra un negocio o el discurso para permanecer en el poder; el sacrificio sólo es cuestión de aguantarnos las ganas de vengar el dolor que nos han causado, lo cual resultaría útil si nos devolviera a los muertos, pero no, el sacrificio consiste en frenar la avalancha de miles de muertes, y con esto decirle a los enemigos de la paz, que son más grandes y más fuertes las ganas de reescribir la historia de nuestro país que las ganas de vengar dolor con más dolor.

Nota: Dudo mucho que el ex presidente sugiera a sus hijos, dejar de vender artesanías para empuñar un fusil e ir a la guerra.

Jorge Luis Solano Quintana

@solanojorge

Escríbale a Jorge Luis Solano Quintana a: coke-luis@hotmail.com

Yebrail Haddad Linero

Yebrail Haddad Linero

Nativo de Ocaña. Es Abogado y Magister en Derecho de la Universidad Externado de Colombia. Se ha desempeñado como profesor universitario, asesor del Consejo Nacional Electoral, Director de Procesos Judiciales y Administrativos de la Gobernación de Cundinamarca, Personero y Alcalde de Ocaña, Director del Sistema Nacional de Bienestar Familiar y Asesor de Gobernabilidad para la Paz del Programa de Naciones Unidas.

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