Una razón para vivir

Muchos estamos rotos por dentro, no nos podemos mover, no somos capaces de restablecernos de los golpes que la vida nos ha proporcionado, hemos dejado de creer en Dios, en los santos, hemos dejado de creer en nosotros mismos. Sólo anhelamos la muerte, porque la vida no es vida en estados depresivos. Tal vez esta podría ser la sinopsis de la maravillosa película Cake, donde Jennifer Aniston se nos presenta colosal en su actuación, no es la misma actriz que nos ha entretenido en anteriores comedias románticas, ahora es una mujer enfrentada al dolor corporal de un accidente que la ha dejado llena de cicatrices, de traumas difíciles de sanar, de odios y resentimientos que la consumen, de soledades que la hacen comprar relaciones fugaces.

La actuación es tan convincente, que su dolor corporal y espiritual nos llega directamente al alma por lo bien que lo hace, lográndonos meternos dentro de la película, donde su sufrimiento se hace patente a niveles extremos. No se ganó el Oscar a mejor actriz, pero seguramente su actuación la llevó a lo más alto de su carrera fílmica.

Sólo quien ha vivido un momento difícil, una ruptura en la vida, una crisis de absoluto dolor, podrá entender este guiòn en toda su dimensión. No necesitamos tener accidentes automovilísticos para sufrir lesiones que nos dejan rotos y quebrados, no necesitamos tener clavos en los huesos para evidenciar las fisuras que nos lastiman, no necesitamos hacer terapias de rehabilitación en las piscinas para descubrir que no caminamos bien. Muchos juzgan a los que toman antidepresivos, o medicamentos para dormir, muchos dicen que existen métodos naturales para salir de estos estados, yo creo que sólo el amor nos salva. Sólo el amor incondicional es capaz de sacar a alguien de la oscuridad del deseo del suicidio

Una razón para vivir, con este título llegó a Latinoamérica esta profunda película, algunos pensamos que la razón que necesitaba Bennet la protagonista malgeniada era volverse a enamorar de ese viudo joven que aparece en la película como un redentor para salvarla de ese infierno en el que ella no quería salir, pero no fue así, no sólo el amor de pareja salva, hay muchos amores que pueden estar en el anonimato que sin ser protagónicos tienen la misma fuerza salvadora de esos amores que aparecen, amores que son como Cristo mismo entregándose hasta el final para salvarnos .

Los huesos rotos, las cicatrices del alma, las pérdidas, las soledades, los deseos desaforados para amar, todo eso nos recuerda que Dios es el único que sana y cura las fragilidades que poseemos.

Qué bueno es poder descubrir que Todos en la vida necesitamos una razón para vivir.

 

Padre Hevert Alfonso Lizcano Quintero

Fraile Carmelita Descalzo

Cuenca-ECUADOR

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Yebrail Haddad Linero

Yebrail Haddad Linero

Nativo de Ocaña. Es Abogado y Magister en Derecho de la Universidad Externado de Colombia. Se ha desempeñado como profesor universitario, asesor del Consejo Nacional Electoral, Director de Procesos Judiciales y Administrativos de la Gobernación de Cundinamarca, Personero y Alcalde de Ocaña, Director del Sistema Nacional de Bienestar Familiar y Asesor de Gobernabilidad para la Paz del Programa de Naciones Unidas.

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