El politiquero (Parodiando La perrilla de Marroquín)

Oigan lo que aconteció,

y aunque es suceso que admira,

no piensen, no, que es mentira,

que lo cuenta quien lo vivió.

 

Al pie de uno de los cerros

donde Cristo Rey se erguía,

un politiquero residía,

cuando oyó ladrar los perros.

 

Y con ganas de averiguar

qué cosa le arruinaba la siesta,

se paró y miró hacia la cuesta;

era gente que lo vitoreaba a rabiar.

 

Exhibían su foto al andar,

más, sin pasar adelante,

es preciso que un instante

gastemos en detallar.

 

Flaco era el tipejo,

el más flaco de los charlatanes,

era el rostro, eran los ademanes

de un hombre medio pendejo.

 

Maloso era, digo mal,

no era una persona malosa,

era más bien ventajosa,

y con pinta de inmoral.

 

Era,otrosí, rata descarada

y lo animaba ser leguleyo;

puede decirse que aquello

no era pol{itico ni era nada.

 

Al saber pues la gran batahola

del  comicio que venía

él los bigotes se lamía,

sabiendo que les iba a hacer pistola.

 

Se jugó la vida a cada rato

al prometer lo más baladí

pensando que siendo así

la alcaldía ganaría de inmediato.

 

Empero, sintiendo luego

que poco le creía la gente

tuvo por cosa prudente

tomar las de Villadiego.

 

Y aquella persona derrotada

sombra de líder que fue,

de la cual se dijo que

no era político ni era nada.

 

Aquel politiquero, sí,

cosa es de volverse loco,

no podrá coger tampoco

la alcaldía ni el jabalí.

Jorge Carrascal Pérez

Yebrail Haddad Linero

Yebrail Haddad Linero

Nativo de Ocaña. Es Abogado y Magister en Derecho de la Universidad Externado de Colombia. Se ha desempeñado como profesor universitario, asesor del Consejo Nacional Electoral, Director de Procesos Judiciales y Administrativos de la Gobernación de Cundinamarca, Personero y Alcalde de Ocaña, Director del Sistema Nacional de Bienestar Familiar y Asesor de Gobernabilidad para la Paz del Programa de Naciones Unidas.

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